¡Pensada para amantes de la papelería y los viajes!
Como muchos occidentales, Angie D’Errico creció con la idea de que el terrorismo y los musulmanes eran cosas que iban de la mano. En septiembre de 2019 decidió ver cuánto había de verdad en esos titulares y, sin pensarlo demasiado, se compró un pasaje a Teherán.
Angie pasó los siguientes sesenta y dos días viajando por Irán y Kurdistán, pero también explorando distintos aspectos de una cultura que le resultaba completamente ajena. Tuvo que cubrir su pelo incluso antes de bajarse del avión, fue parte de la celebración más importante del islam chiita y fue invitada de honor en un casamiento kurdo.
Entre amistades espontáneas, cenas que transcurrían sentados en alfombras, bailes prohibidos, llamados a la oración y las constantes amenazas de Estados Unidos Angie pudo conocer a las personas detrás de las noticias amarillistas.
Cuando un anciano le pidió entre lágrimas que mostrara al mundo que el suyo no era un pueblo de terroristas, Angie juró hacer de ello una misión personal.
“¿Y dónde están los terroristas?” Es más que un anecdotario. Quien lee este libro, lee una promesa viva.
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Como muchos occidentales, Angie D’Errico creció con la idea de que el terrorismo y los musulmanes eran cosas que iban de la mano. En septiembre de 2019 decidió ver cuánto había de verdad en esos titulares y, sin pensarlo demasiado, se compró un pasaje a Teherán.
Angie pasó los siguientes sesenta y dos días viajando por Irán y Kurdistán, pero también explorando distintos aspectos de una cultura que le resultaba completamente ajena. Tuvo que cubrir su pelo incluso antes de bajarse del avión, fue parte de la celebración más importante del islam chiita y fue invitada de honor en un casamiento kurdo.
Entre amistades espontáneas, cenas que transcurrían sentados en alfombras, bailes prohibidos, llamados a la oración y las constantes amenazas de Estados Unidos Angie pudo conocer a las personas detrás de las noticias amarillistas.
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